jueves, 5 de febrero de 2015

Edipo Rey

Sófocles (496 – 406 a.C.)
Este segundo poeta trágico, nació en el demos de Colona. Se ha dicho que Sófocles es el poeta feliz; como hombre no pudo quejarse de su vida, fue hijo de una familia acaudalada cuyo padre fue Sofilo, quien se dedicó a que su hijo tuviese una esmerada eduación. La dio una excelente formación literaria y humana. Pareció encarnar, según el juicio de sus contemporáneos, el tipo más alto de la perfección y de la felicidad humanadas. Físicamente fue dotado de una belleza viril envidiable, de cualidades intelectuales y morales (carácter apacible, cortés, ponderado). No tuvo casi quien lo antagonizara en los juegos atléticos, en canto y en declamación. Así es que fue llamado cuando contaba con dieciséis años para que condujera el coro de jóvenes que festejaba con un peán la victoria de los griegos en la batalla de Salamina. Su vida coincide con los mejores días de esplendor de la democracia ateniense. Como hombre, fue felizmente casado y participó con empeño en la vida política, pero sin acritud partidistas; obtuvo cargos públicos como: tesorero de la Liga de Delos, general enviado a reprimir la revuelta de Samos, estatega durante la guerra del Peloponeso, parece haber formado parte de los encargados de redactar un proyecto de nueva constitución luego del desastre de Siracusa. Después de la caída de los Cuatrocientos, dejó de participar en proyectos de la patria y se dedicó a la vida familiar y privada. En cuanto a esta etapa de su vida se hace mención al proceso que lo afectó, por un asunto de celos de su hijo Yafón, quien se sentía mal por el trato de predilección que Sófocles infería sobre su otro hijo ilegítimo. Así pues, Yofón exigió, ante un tribunal, que su padre debía ser incapacitado por demencia senil, pero Sófocles mostró todo lo contrario. Su larga vida se extinguió cuando frisaba los noventa años de edad.

Características generales de la obra de Sófocles
1) Respetó las formas tradicionales impuestas por Esquilo, aunque introdujo también algunas reformas técnicas: no fue partidario de la trilogía y prefirió la escala menor del drama aislado. Aumentó el número de actores a tres y cuatro y ensanchó el campo de la acción dramática. Acentuó los perfiles del carácter y el alcance con los motivos. En fin, Sofócoles lleva a su perfección el drama clásico.

2) En cuanto al orden de las ideas religiosas es un mantenedor de las tradiciones de su pueblo; no obstante, en relación con Esquilo, su mensaje religioso es inferior y no es en él donde está el peso mayor de sus obras.

3) En el orden de sus ideas políticas, es el más destacado de todos los trágicos; pondera una necesidad de la disciplina y de la unión e los de abajo con los de arriba.

4) En el orden del pensamiento sofocliano es muy valiosa la armonía de ideas y afectos que el poeta expresa por todo el género humano. En esencia, para Sófocles la voluntad humana domina el destino. Cuando contempla al hombre, ve en él dos aspectos: la suma dignidad de la persona y la inane y frágil existencia de éste. En síntesis, se dice que Sófocles es el que, entre todos los trágicos, mejor resalta el valor de la persona humana; y en este aspecto es donde radica la importancia y universalidad de sus obras.

5) En la formación de caracteres trascendentales es donde estriba el arte de Sófocles; ellos son de un gran naturalidad y no artificiosos o exorbitantes como los tiempos posteriores los han pintado; de esta naturalidad proviene el hecho de que haya sido comparada la creación de Sófocles con la de Fidias en, incluso, el apelativo de «Sófocles el plástico de la tragedia».

6) La idea griega de que el hombre debe actuar con equilibrio, es decir, con cierta medida (“sophrosyne”) ante todo, llega a la culminación con Sófocles, de ahí que sea le considere el trágico clásico por antonomasia.

7) Sófocles reaviva nuevamente el antiguo ideal de “areté”. Dicho ideal tiene su punto de partida en el alma, la cual es el centro del hombre; de ella irradian sus acciones y su conducta entera.

8) Con Sófocles aparece, por vez primera, la mujer dotada igualmente que el hombre de facultades humanas y con dignidad.

9) Las tragedias de Sófocles están cargadas de un profundo dramatismo (“pathos”).

10) En sus obras aparece, también por vez primera, la “eironeia” trágica, que consiste en que el héroe o protagonista se cree en el punto culminante de su carrera, mientras que, sin saberlo él, está ya preparada su caída.

11) Sófocles pinta a los hombres como deberían ser.

Las obras de Sófocles
La producción de Sófocles, en casi en sesenta años de actividad artística, fue riquísima. Se le atribuyen 133 dramas, además de dos elegías y otros poemas. De ellas solamente se conservan las siete que se conocen y numerosos fragmentos de otras tragedias: Áyax (ca. 442), Edipo rey o Edipo tirano (430), Electra (ca. 418), Antígona (430), Filoctetes (409), Traquinias (420), Edipo en Colona (410). Estas siete tragedias se agrupan de acuerdo con la temática en tres tipos: Piezas del ciclo troyano: Áyax, Filoctetes, Electra; Piezas del ciclo de Héracles: Traquinias; Piezas del ciclo tebano: Edipo rey o Edipo tirano, Edipo en Colona, Antígona.

Un acercamieto a Edipo rey
Esta pieza es la más conocida de Sófocles y acaso del todo el teatro griego, e inclusive es considerada como el modelo de la verdadera tragedia clásica helénica. Presenta los elementos estructurales de una verdadera tragedia: un prólogo, un párodos, cinco episodios, cinco estásimos, un commos entre el cuarto episodio y el cuatro estásimo y, finalmente, un éxodo. Como se ha mencionado, esta tragedia constituye un modelo perfecto de drama clásico (es canon dentro del género), pues su acción presenta todos los rasgos que le dan el carácter de tragedia compleja. El lenguaje es de tipo democrático, ejemplo de ello es cuando Creonte delibera con Edipo y lo tacha de tirano; se manifiesta una crítica contra esta forma de gobierno. Los indicios temporales son pocos palpables en esta tragedia, a pesar de mostrarse perfecta. La obra empieza cuando Edipo se encuentra en la gloria de su apogeo y una epidemia causa estragos en Tebas; se consulta el oráculo de Delfos para conocer la causa de la plaga, y éste prescribe que el motivo se debe a que no se ha vengado la muerte del rey Layo; entonces Edipo ordena que se busque al asesino de éste y se castigue; a su vez, le pide al adivino Tiresias que lo denuncie, pero se niega a hablar y, luego de diversas deliberaciones, finalmente, declara que él mismo (Edipo) es el asesino; a partir de este momento, el rey tebano comienza a tener conocimiento de quién es realmente y se inicia el desarrollo de toda una “anagnórisis” que cambia el curso de su destino glorioso a uno fatal ineludible (eironeia); por medio de indagaciones (primeramente las noticias del mensajero, que producen una peripecia que corrobora que el rey de Corinto ha muerto y que, por lo tanto, no es su padre y, en segundo lugar, las declaraciones del pastor que confirman las sospechas de Edipo), intenta eludir su fatalidad; sin embargo, se da cuenta de que es imposible porque ya se ha consumado: ha cometido el parricidio y el incesto que le predijo el oráculo; sucesivamente, el conocimiento de tal desgracia provoca un desenlace patético: Yocasta se ahorca, Edipo se saca los ojos y, desposeído de sus hijas, enfrenta el destierro que él mismo pide como expiación. La idea central gira en torno a la incertidumbre de quién es el asesino de Layo; ésta es la que pone de manifiesto cuál es el destino de Edipo. En esta tragedia está presente la idea de Sófocles de que la voluntad humana domina sobre el destino avasallador; es decir, el hombre sigue siendo impontente ante el destino, pero posee voluntad para enfrentarlo, aunque esa lucha lo haga caer en más desgracias. Edipo quiso eludir el destino que le había vaticinado el oráculo de que sería el asesino de su padre y que cometería incesto con su madre; se expatria de Corinto creyendo huir de la desgracia y, no obstante, cae en ésta, la que desencadena otras desgracias peores (que es el desenlace patético de la tragedia). La idea de la “hamartía” está preente en esta obra, que consiste en la ignorancia de Edipo acerca de su origen y comete errores por ignorancia; además está presente la idea de la “ironía trágica”, pues Edipo manda a buscar al asesino de su padre Layo para que sea castigado, sin saber que él es el asesino. Sófocles pinta a los personajes con un apego absoluto a la realidad; crea personajes llenos de viveza y pasión, con toda la gama de sentimientos y reacciones que dominan el corazón humano; cada personaje habla y se expresa como es: Edipo aparece con defecto de extremada calidad, violento y autoritario, lo que le provoca la calamidad fatal; Tiresias se muestra como el vidente deseoso de ocultar la verdad, pero es obligado a confesarla; Creonte se muestra convencional, diríase que democrático y honorable; Yocasta aparece como toda la mujer que sólo desea la felicidad de su esposo; el coro está integrado por quince ancianos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario